El juego te va planteando una tras otra, de manera lineal pero con cierta aleatoriedad, unas situaciones arquetípicas, diría que simbólicas.
La puerta, la fiera, la trampa, la plaga, la enfermedad, la muerte, ...
Estas cuentan una historia en el modo en que lo hacen las cartas del tarot, excitando tu imaginación con esbozos. Y si bien estos son elementos "de ambientación" más que estructurales, me parece ver en ellos cierto aire a las
funciones de Propp (*), o al menos estamos ante una tipología de juego que podría aprovecharse de ellas.
El juego sigue la línea clásica del héroe enfrentado a una serie de situaciones o pruebas sin relación, tradición que va desde los trabajos de Hércules con sus manzanas y su Cerbero hasta La princesa prometida, con sus acantilados de la locura y su pantano de fuego plagado de R.A.G., tragonas arenas resplandecientes y súbitas erupciones de fuego.
Mantener enfocado al jugador en resolver el problema limitando los comandos que previsiblemente un aventurero convencional utilizaría, como "examinar" me parece un acierto.
Existen respuestas para estos comandos y son claras: Mantenerse enfocado en el camino, siendo en este caso el propio título del juego no sólo una decisión estética o de márketing, sino una declaración de intenciones.
Creo que pretender en todos los juegos la misma granularidad de acciones es limitarlos. No tendrían cabida acciones del tipo "examinar" o "norte" en un juego en el que cada "habitación" representara no un lugar físico sino por ejemplo un año en la vida de una persona, y eso no invalidaría esos juegos ni los haría en si mejores o peores. Los habrá mejores, los habrá peores, y gustarán o no según apetencias.
A mí personalmente me gusta el concepto de juego de enigmas.
Hablaré en otra ocasión de mi percepción de la linealidad, que algunas personas ven como algo malo, opiniones que yo con mi estandarte de verdad y erudición haré marchitar como flores de panchingoria (**). Pero esta es otra historia, que deberá ser contada en otra ocasión.
Como nota al margen,
Johan, ¿lo que no te gusta es la existencia de gráficos o que estos sean de estilo retro?
(*) Para más información de esta referencia gafapastil, busquen por
Vladimir Propp y sus funciones, que yo conocí hace unos lustros en
Gramática de la Fantasía de
Gianni Rodari.
(**) Las flores de panchingoria me las acabo de inventar, pero creo que es un término tan sonoro que refuerza mi argumento y lo eleva a inequívocamente cierto.